WASHINGTON, Enero 15 El presidente saliente de los Estados Unidos, George W. Bush, decretó emergencia federal por la investidura del nuevo presidente, Barack Obama, a realizarse el próximo martes 20 de enero.
Si bien los servicios secretos aseguran no tener ningún indicio de amenaza terrorista, la llegada, sin precedentes, de cerca de dos millones de personas a la capital, ha despertado la alarma de las autoridades.
Obama pidió hace unos días a sus seguidores que no viajen hasta Washington para celebrar su asunción al mando, sino que lo hagan en las fiestas preparadas en cada estado. Sin embargo, la gente ha hecho caso omiso de las recomendaciones, y ya se están movilizando hacia la capita
La jefe de Policía de Washington, Cathy Lanier, informó que un total de 8.000 agentes de Policía, un 25 por ciento más que durante la jura de Bush en 2005, serán desplegados por la ciudad desde el viernes, además de mil agentes de la Policía de Parques.
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